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17,01 €A nuestro alrededor, el silencio; nosotros estamos al calor de un fuego encendido. Es la milenaria historia de una naturaleza que contiene la respiración. Contar el invierno significa hablar de una parte profunda de la historia de la humanidad: las grandes glaciaciones, la lucha por la supervivencia, pero también de la idea del renacer ligada a los mitos y a las fiestas más antiguas. Estación de la suspensión tanto de los trabajos agrÃcolas como de la guerra, es uno de los momentos más importantes del año, marcado por ritos religiosos y por la esperanza de renovación que esos ritos expresan. Seguirla a lo largo de los siglos nos remite a cazadores, a enfermedades, a agotadoras retiradas militares, al frÃo de los monasterios, y luego a hechizados seres escondidos en el corazón de la tierra, a largas vigilias frente al fuego en el recogimiento de la intimidad doméstica. Un mullido intervalo blanco, festivo y mortal al mismo tiempo, que nunca deja de apelar a nuestro imaginario. ParÃs era una ciudad bulliciosa en la que los artistas estaban agitando las reglas establecidas, era el perÃodo de la Bohemia, de los espectáculos de cabarets, de los grandes viajes a tierras ignotas en búsqueda de nuevos paraÃsos. Un cóctel ideal para crear nuevas formas artÃsticas que mostraran una visión del mundo nueva y vanguardista. Los llamados artistas bohemios, desde los pintores callejeros, músicos de taberna o escritores experimentales, buscaban contentar a los espectadores ávidos de un nuevo discurso. Asà nacen las vanguardias artÃsticas que cambiarÃan nuestra concepción del mundo del arte para siempre. Shattuck escoge en este libro a cuatro representantes como ejemplo del perÃodo, un poeta, Apollinaire; un pintor, Henry Rosseau; un músico, Erik Satie, y un escritor, Alfred Jarry, cuyas vidas y su búsqueda de nuevos registros son representantes perfectos de esta época y nos sumerge en este ParÃs loco, divertido y creativo, pero también despiadado y exagerado.